En un principio, me dio la impresión de haber tirado el dinero, la he probado en mi jardín para las malas hierbas y no tenía fuerza, se paraba continuamente, como si no tuviera fuerza. Tenía las cuchillas de plástico, la cambie a la cuchilla de acero y la cosa a cambiado, funciona mucho mejor. Es un poco incómoda la posición del brazo, tendré que coger la postura adecuada, pues cuando llevas un rato produce molestias en la mano. Por lo demás bien, para pequeños espacios mucho mejor que la desbrozadora, más manejable y menos ruidosa y se contribuye a no usar combustibles fósiles contaminantes, que es otro de los motivos por lo que la compré.